sábado, 28 de enero de 2012

AIDS (SIDA)

El sida o SIDA (acrónimo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida), también abreviada como VIH-sida o VIH/sida, es una enfermedad que afecta a las personas que han sido infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Se dice que alguien padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodeficiencia provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.

Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T CD4+ y entra en ellos. Una vez dentro, el virus transforma su material genético de cadena simple (ARN) a uno de cadena doble (ADN) para incorporarlo al material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza para replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas copias del virus salen de las células a la sangre, buscan a otras células para atacar. Mientras, las células de donde salieron mueren. Este ciclo se repite una y otra vez.
Para defenderse de esta producción de virus, el sistema inmune de una persona produce muchas células CD4 diariamente. Paulatinamente el número de células CD4 disminuye, por lo que la persona sufre de inmunodeficiencia, lo cual significa que la persona no puede defenderse de otros virus, bacterias, hongos y parásitos que causan enfermedades, lo que deja a la persona susceptible de sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de enfrentar, como la neumonía atípica y la meningitis atípica. Estas enfermedades son principalmente infecciones oportunistas. Dado que el organismo posee mecanismos de control de crecimiento celular dependiente de células CD4, la destrucción progresiva de estas células ocasionará que estos mecanismos no sean adecuadamente regulados, lo que origina en consecuencia la presencia de algunas neoplasias (cáncer) que no ocurrirían en personas «sanas». El VIH, además, es capaz de infectar células cerebrales, causando algunas afecciones neurológicas.
Como en los demás retrovirus, la información genética del virus está en forma de ARN, que contiene las «instrucciones» para la síntesis de proteínas estructurales, las cuales al unirse conformarán al nuevo virus (virión); es decir sus características hereditarias, que le son necesarias para replicarse. Habitualmente, en la naturaleza el ADN o ácido desoxirribonucleico es una fuente de material genético desde la que se producirá una copia simple de ARN, pero en el caso del VIH, éste logra invertir el sentido de la información, produciendo ADN a partir de su simple copia de ARN, operación que se denomina transcripción inversa, característica de los retrovirus. El virus inserta su información genética en el mecanismo de reproducción de la célula (núcleo celular), gracias a la acción de la transcriptasa reversa.
ÚLTIMOS DESCUBRIMIENTOS:
El virus del sida ha sido filmado por primera vez infectando al organismo. La grabación muestra como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) penetra dentro de unas células inmunitarias que se convierten en una especie de "caballo de Troya" y facilitan que la infección prolifere con rapidez. El conocimiento de esta vía de entrada del patógeno es clave para el desarrollo de nuevos tratamientos para combatir la enfermedad.
En la grabación se observa como los virus se agrupan en torno a una célula dendrítica que los absorbe y aglutina en una vesícula interna. De manera habitual, las células dendríticas capturan a los patógenos y los degradan, pasándoselos después a unos glóbulos blancos llamados linfocitos T CD4, que son quienes generan anticuerpos específicos contra el invasor. Sin embargo, en este caso, los virus VIH consiguen escapar al ataque de la célula dendrítica, y la usan como vía para llegar intactos al linfocito. Este no es capaz de atacarlos, al contrario, su contacto se convierte en un escenario ideal para la infección de nuevas células y la progresión de la enfermedad.
Esta singular batalla que se libra dentro del organismo de los afectados por el virus ha sido grabada por investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa empleando técnicas de video microscopía y biofotónica. El estudio describe también los tipos de fenómenos físicos que facilitan la infección, aspectos que son fundamentales para comprender la progresión de la enfermedad y mejorar la eficacia de sus tratamientos.

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